La reina madre hizo acto de presencia en una fundación inspirada por un ex trabajador de Palacio.
En su más reciente aparición pública, la reina Sofía protagonizó un reencuentro cargado de emoción. La madre de Felipe VI compartió momentos con Manolo Barrós, quien ocupó el cargo de jefe de servicio de seguridad de la Casa Real durante 14 años y estuvo vinculado a la institución durante tres décadas. Este encuentro adquiere un matiz especial, ya que el general Barrós padece Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).
La conexión entre la reina Sofía y el general va más allá del ámbito profesional, ya que, además, la Fundación de la Reina respalda un proyecto en honor a Manolo Barrós. Este proyecto, enfocado en la ELA, lleva el nombre del general y tiene como objetivo desarrollar un método para detectar la enfermedad a través de simples análisis de sangre.
La presentación de este loable proyecto tuvo lugar en un emotivo acto celebrado en la Fundación Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas. La iniciativa financiada por la Fundación de la reina emérita busca marcar la diferencia en la detección temprana de la ELA, ofreciendo una alternativa que podría facilitar el diagnóstico a través de procedimientos más accesibles.
La presencia de doña Sofía en este evento subraya su compromiso personal con causas de importancia y su apoyo inquebrantable a proyectos que tienen un impacto significativo en la vida de las personas afectadas por enfermedades neurológicas. Informa Voces Críticas.
Este gesto de cercanía y solidaridad de la reina hacia Manolo Barrós y su familia refleja la importancia que la Casa Real otorga a la investigación y el apoyo a aquellos que enfrentan condiciones médicas desafiantes. La historia de amistad y colaboración entre doña Sofía y el general Barrós continúa siendo un ejemplo de humanidad y compromiso en la esfera pública.
Fuente: www.vocescriticas.com/noticias