Una startup médica ideada por la estudiante de la UVA Beatriz Ramis.
la caja torácica, reconocida mejor iniciativa empresarial en el Premio Santander Yuzz Mujer 2017
Hablando distendidamente con un amigo, la joven estudiante de la Universidad de Valladolid Beatriz Ramis se planteó la siguiente pregunta, ¿existe la posibilidad de conectar un nervio con un cable? Fue el punto de partida de la startup que recientemente le ha valido a esta licenciada en Ciencias Químicas el premio YUZZ a la mejor iniciativa impulsada por mujeres, un reconocimiento impulsado por el Banco Santander.
La startup, de ámbito médico, está destinada a controlar la contracción de los músculos de la caja torácica con el objetivo de recuperar el diafragma más rápido y de esta manera reducir la estancia del paciente en la Unidad de Cuidados Intensivo (UCI). Un dispositivo electrónico que no abulta más que «una pequeña caja de bombones», que ha llamado Sistema Nervioso Auxiliar, manda una señal a través de los nervios que llega al órgano delicado, en este caso el pulmón: «Está enfocado a contraer el diafragma y asistir en la respiración a pacientes que no se valen por sí mismos o están recuperándose de una operación», sostiene Beatriz Ramis.
El dispositivo, aún en fase de desarrollo -actualmente se encuentran buscando financiación para su impulso-, vendría a sustituir a los llamados «grandes pulmones de acero», que utilizan, por ejemplo, los enfermos de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una de cuyas principales causas de muerte es por ahogamiento como consecuencia de fallarles el sistema nervioso. «Este startup quiere competir con esas grandes máquinas de tal manera que el enfermo no tenga que dormir en ellas, sino que llevando consigo este pequeño dispositivo podría desarrollar una vida más tranquila».
Otra de las ventajas, además de reducir la dependencia del enfermo de este gran aparato, es que este Sistema Nervioso Auxiliar permite acelerar el tiempo de recuperación postoperatorio. «Todas las personas que han sido operadas de la caja torácica necesitan de un tiempo de estancia en la UCI, que suele ser largo, hasta que refuerzan toda esa musculatura. Este sistema reduciría el tiempo de estancia en esta unidad de un mes a una semana porque lo que hacemos, al emitir una señal a través del nervio, es aumentar la capacidad de recuperación del músculo».
No invasivo e indoloro
Otro de los aspectos positivos para el enfermo, añade Ramis, es que este pequeño dispositivo es indoloro, ya que no sigue un procedimiento invasivo. El Sistema Nervioso Auxiliar se podría aplicar, además, en caso de cualquier enfermedad neurodegenerativa, «y también podría recurrir a él cualquier persona que haya sufrido algún trauma que le haya hecho perder la funcionalidad de su sistema nervioso».
Para poder sacar adelante este startup necesitaría «unos 150.000 ó 160.000 euros», apunta Ramis, que actualmente está trabajando en las pruebas médicas con el Hospital 12 de octubre de Madrid. Cuenta con la ayuda de dos neurólogos, Víctor Argamayo y Javier Barios, que junto con Javier Sayas (neumólogo), actúan de «advisors» (consejeros): «Ya lo hemos probado en pacientes sanos y estamos haciendo las últimas correcciones antes de seguir con más pruebas», explica Ramis, que está en conversaciones con empresas extranjeras -ante la falta de interés de las españolas- para su puesta en marcha. El proyecto comenzó hace unos años gracias a la ayuda de la UVA, que facilitó a Ramis una red de contactos en el ámbito médico para su consulta, y Telefónica, con quien participó en el programa Think Big para impulsar proyectos de innovación.
Fuente: Abc