Una investigación a cargo del Instituto Mario Negri de Milán revisó el historial de más de 25.000 jugadores de la liga italiana que reveló además que la enfermedad se manifestaba antes que en la población general.
Se trata de un estudio preliminar que se presentará oficialmente en la próxima reunión de la Academia Americana de Neurología (AAN), que se celebrará en Filadelfia (EEUU) entre el 4 y el 10 de mayo de 2019, pero en todo caso supone una ambiciosa investigación que relaciona la práctica profesional de un deporte con un mayor riesgo de desarrollar esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurológica rara que afecta principalmente a las células nerviosas responsables de controlar el movimiento muscular voluntario para la que no existe cura.
Así pues, según expertos del Instituto Mario Negri para la Investigación Farmacológica, situado en Milán, jugar al fútbol de manera profesional puede estar relacionado con un mayor riesgo de sufrir ELA. Los investigadores, liderados por Ettore Beghi, revisaron el historial de unos 25.000 jugadores de fútbol profesional masculinos que jugaron en Italia de 1959 a 2000 y descubrieron que 33 jugadores desarrollaron ELA, un promedio de 3,2 casos por cada 100.000 personas cada año.
Normalmente, la tasa de ELA en la población general, calculada a partir de los registros de población italianos, habría dado como resultado 18 casos esperados de ELA, un promedio de 1,7 casos por 100.000 personas al año, por lo que se estima que los jugadores de fútbol tienen casi el doble de probabilidades de desarrollar ELA. De hecho, esa cifra se incremento hasta el 4,7 cuando se tuvo en cuenta a jugadores de fútbol de 45 años o menos.
Factores asociados
“Ha habido varias muertes entre jugadores de fútbol profesionales italianos por ELA, y una investigación previa sobre ELA ha encontrado que repetidas lesiones en la cabeza pueden ser un factor de riesgo para la enfermedad. Pero, además de tener en cuenta los eventos traumáticos repetidos, es importante también valorar otros aspectos como el ejercicio físico intenso, o la carga genética”, explica Ettore Beghi, autor principal del estudio, que confirmó además que la ELA en futbolistas podría manifestarse unos 20 años antes que en la población general.
Los investigadores también reconocen ciertas limitaciones a la hora de interpretar y extrapolar los resultados del estudio ya que solo se evaluó a jugadores profesionales por lo que nada indica que la práctica amateur de fútbol lleve asociada el mismo riesgo. Además, había pocos detalles disponibles sobre el diagnóstico de ELA de los participantes por lo que es necesario mantener cierta prudencia. Habrá que esperar a la próxima reunión de la AAM para conocer más detalles sobre este trabajo pionero y sus posibles implicaciones.
Fuente: Deporte y vida