Se presentaron 785 proyectos y solo resultaron financiados 20
El grupo de grupo del Laboratorio Oxidativo de Lípidos Departamento de Bioquímica de Facultad de Medicina trabaja sobre la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa mortal que causa parálisis progresiva y muerte a los pacientes debido a la degeneración de las neuronas motoras en la médula espinal, el tronco del encéfalo y la corteza.
Aunque sus causas no se conocen completamente, estudios recientes indican que la inflamación juega un rol importante en el establecimiento y progresión de la enfermedad.
Sin embargo, los fármacos antiinflamatorios de uso clínico existentes hasta el momento son inútiles en la ELA. Por lo tanto, es necesario desarrollar nuevas investigaciones. El laboratorio uruguayo ha descubierto que la administración de lípidos bioactivos reduce la inflamación en el sistema nervioso, lo que lleva a la recuperación neurológica.
“Los síntomas de la ELA aparecen cuando el casi 80% de las neuronas motoras están muertas. Luego, la sobrevida es de dos a cinco años en general. Por eso nuestra investigación busca entender los mecanismos involucrados, no para encontrar una droga que cure o un fármaco que alivie a corto plazo, sino para mejorar el diagnóstico”, dijo a No toquen nada Andrés Trostchansky, coinvestigador principal de este proyecto.
Con este objetivos, el laboratorio participó del proceso de selección de un concurso para financiarlo por el banco-Fundación La Caixa y la Fundación Luzón Unidos contra ELA de España.
“Se presentaron 785 proyectos y solo resultaron financiados 20. Fue una competencia bastante exigente”, dijo Homero Rubbo, investigador principal del grupo.
Para llevar a cabo el proyecto, los científicos uruguayos crearon un consorcio de investigación que complementa el conocimiento de varias instituciones. “Ellos tienen muy desarrollada el área de biología celular, molecular y clínica y nosotros tenemos muchos desarrollos analíticos para medir estas moléculas en pacientes y usamos un espectrómetro de masa que no dio un expertise que en Barcelona no tenían”, explicó Rubbo.
Además, el panorama de apoyo internacional a la ciencia muestra una caída en las oportunidades, por lo que los científicos dijeron que el premio “no fue como sacar la lotería pero fue un esfuerzo bastante único”.
“La investigación internacional se ha reducido mucho. Había muchos proyectos de colaboración que han ido cerrando y es muy difícil conseguir apoyos internacionales”, agregó Rubbo.
“La mayoría de los investigadores en Uruguay dependemos de los escasos fondos nacionales de las agencias de apoyo local” – Rubbo.
“Este tipo de proyectos de colaboración son los que nos permiten seguir avanzando. A veces podemos aportar más cabeza que dinero, entonces así surgen las colaboraciones”, concluyó Trostchansky.
Fuente: 180