El 90% de los casos son prevenibles.
Prevenir las escaras es posible. Existen múltiples estrategias y productos que pueden ayudarte en esa batalla diaria para evitar las úlceras por presión. Movilizaciones frecuentes, nutrir e hidratar adecuadamente son claves esenciales.
Si algo teme el cuidador de una persona dependiente es la aparición de las temibles escaras. Estas lesiones pueden aparecer como un simple enrojecimiento de la piel y en poco tiempo convertirse en una úlcera considerable que pone en riesgo la vida de la persona.
Si vamos a ser precisos (y muy quisquillosos) tendríamos que decir que la escara es una fase por la que pasa una úlcera por presión (UPP), que es la denominación técnica que reciben estas lesiones. Pero, como popularmente a todas las fases de la UPP se le conoce por escara, nosotros emplearemos ese término.
Las escaras son lesiones de la piel y de los tejidos que hay debajo de ella. Comienzan por una decoloración de la piel y al aliviar la presión (al mover de posición a la persona) podemos ver un simple enrojecimiento o ampolla y en poco tiempo, si no se actúa con rapidez, progresa a una herida abierta que deja al descubierto músculos y hasta el hueso.
Otros factores de riesgo para la aparición de escaras:
Ya mencionamos un factor de riesgo fundamental: la inmovilidad debido a diversas condiciones de salud. Pero hay muchos otros factores que pueden contribuir a que una persona tenga más probabilidad de desarrollar una escara. Por ejemplo:
- Humedad: puede ser producida por la incontinencia, pero también por un secado inadecuado después del baño y por la traspiración del cuerpo.
- Inadecuada nutrición: falta de proteínas y minerales contribuyen a la fragilidad de la piel y músculos, a la vez que evita procesos de regeneración muscular. La deshidratación es un factor de riesgo fundamental para la aparición de escaras.
- Posiciones inadecuadas que favorecen el deslizamiento de la persona encamada.
- Enfermedades que cursan con afectación del flujo sanguíneo, como la diabetes. También enfermedades neurológicas que disminuyen la sensibilidad.
¿Cómo prevenir las escaras?
Lo ideal en el campo de la medicina no es curar, sino prevenir la aparición de cualquier mal. Las escaras son prevenibles y en los factores de riesgo que mencionamos anteriormente están varias claves. Si quiere prevenir las escaras en la persona que tiene bajo su cuidado, debe:
- Realizar movilizaciones cada dos horas, así alivia los puntos de presión. En algunas personas dos horas será tiempo suficiente para provocar lesiones, así que las movilizaciones deberán hacerse con más frecuencia. También se recomienda una frecuencia de movilizaciones mayor en los casos en que la persona está sentada.
- Inspeccionar la piel diariamente en busca de enrojecimiento, sequedad, ampollas, fragilidad o heridas. Fíjese en especial en las zonas de prominencias óseas.
- Evite las posturas en que la persona pueda deslizarse y favorecer el roce. También evite los pliegues en las sábanas.
- La higiene es fundamental: lave con agua y jabón con pH neutro. Seque cuidadosamente, en especial las zonas de pliegues y entre los dedos.
- Hidrate la piel y todo el organismo no solo con agua (FUNDAMENTAL), sino con lociones hidratantes específicas que puede encontrar en las farmacias. Productos como colonia, alcohol o talco están contraindicados porque resecan aun más la piel.
- Si el riesgo de úlcera por presión es elevado, aplique en las zonas de riesgo (las que mostramos en la imagen anterior) ácidos grasos hiperoxigenados (AGHO) como el Linovera o el Mepentol. Estos compuestos han ganado en popularidad en la última década gracias a los buenos resultados que se obtienen. Al comprarlo, pregunte a su farmacéutico sobre el modo de uso y lea bien las instrucciones, ya que se debe extender con la yema de los dedos y no frotar para evitar lesionar aun más el tejido.
- No realice masajes en las zonas de prominencias óseas.
- Mantenga un estado nutricional adecuado. Ponga especial énfasis en el aporte de proteínas y vitaminas, en especial las de los grupos B, A, C y D. Cuando se detecta que la personas no tiene un buen estado nutricional, se recomienda el uso de complementos.
- Controle la humedad: esta puede producirse por muchas vías y debe intentar controlarlas todas. Si es por incontinencia, valore el uso de sondas y pañales. Cambie estos últimos según necesidad. Si existe un exceso de sudoración, regule la temperatura de la habitación.
- Utilice productos antiescaras como colchones, cojines, taloneras o las mismas almohadas ubicadas en los puntos de presión.
Si aun con todas estas medidas no logra prevenir las escaras, debe acudir al médico inmediatamente; con las escaras cada minuto cuenta. Un profesional calificado dará las recomendaciones oportunas, algunas de ellas son estas mismas medidas que hemos mencionado, mientras en otros casos se necesitarán curas especializadas y productos farmacéuticos específicos. Para terminar, os dejamos con una información reducida y más visual que os ayudará a tener todos los puntos bajo control.
Fuente: TiTi