Inteligencia artificial, algoritmos y bancos de voz se unen en este complejo estudio.
El Proyecto Revoice ofrece una alternativa a la voz metálica que estamos acostumbrados a escuchar en pacientes con ELA que han perdido el habla y nos asegura que podemos recuperar nuestra propia voz. Inteligencia artificial, algoritmos y bancos de voz pregrabados se unen en este complicado estudio.
Las agencias BWM Dentsu y Haystac (ambas de Australia), pertenecientes al grupo publicitario Dentsu Aegis Network, junto con la empresa de inteligencia artificial, Lyrebird, y la firma australiana Finch han aunado sus esfuerzos para crear y desarrollar esta alternativa. Además, todo este proyecto se probó por primera vez con Pat Quinn, miembro de la agrupación estadounidense de enfermos de ELA (ALS Association) y uno de los promotores de la Ice Bucket Challenge.
La idea inicial surgió de BWM Dentsu que se dio cuenta de los grandes avances que se habían logrado con los asistentes de voz de Google y Amazon. “Pensamos en la posibilidad de usar la tecnología de voz para devolvérsela a quienes hubieran perdido la suya y, eso, no llevó a la ALS Association”, explica Asheen Naidu, director creativo de BMW Dentsu.
La asociación de pacientes americana acogió la idea con mucho entusiasmo y varios socios se encargaron de financiar el proyecto sin coste alguno para que este proyecto se pudiese convertir en una realidad.
Asheen Naidu señaló que los conocimientos sobre algoritmos del equipo de Lyrebird permitieron analizar el ADN de la voz de Pat a partir de los vídeos y entrevistas que le realizaron con motivo del reto viral de Internet. De esta forma lograron crear un clon de su voz y esta tecnología es la que se usará a partir de ahora para clonar todas las voces grabadas.
No obstante, toda este sistema depende por completo de que se disponga de grabaciones en alta calidad con las que trabajar. “Para poder comunicarse con su propia voz, los pacientes que utilicen Revoice deben almacenar un banco de voz de dos a 3 horas de duración”, aclara Naidu.
Asimismo, este director creativo manifestó que otro avance a desarrollar en Revoice es que los pacientes con ELA puedan mantener conversaciones normales, hablando de manera natural y espontánea con su propia voz. “De momento la tecnología sólo permite el uso de mensajes pregrabados o palabras unidas unas detrás de otras, pero esto da lugar a una reproducción algo deslavazada y poco natural”.
Aunque el coste exacto de la herramienta aún está por determinar, la firma Lyrebird ha señalado que aspira a fijar unos costes lo más bajos posibles sin generar pérdidas con el fin de que esta tecnología llegue al mayor número de personas posibles. Por su parte, la ALS Association está divulgando el avance entre varias organizaciones repartidas por todo el mundo y similares a ella. De momento han empezado por Australia, Canadá y Reino Unido.
Fuente: Adelaweb