Una actividad física adecuada, ajustándola al progresivo desarrollo de su enfermedad, es importante no sólo para prevenir o minimizar complicaciones, sino para que usted mantenga y prolongue la máxima independencia posible.
¿QUÉ PROBLEMAS LE PUEDEN APARECER?
– Cansancio general, fatiga.
– Deterioro en la coordinación.
– Alteración del equilibrio.
– Dificultad para caminar.
¿CÓMO PUEDE MEJORAR ESTOS PROBLEMAS?
En primer lugar, es importante que usted sea consciente de sus limitaciones, lo que le permitirá fijarse objetivos realistas y adaptar las actividades cotidianas al desarrollo de su enfermedad.
Intente mantener su autonomía mientras pueda, pero cuando precise ayuda, evite hacerse excesivamente dependiente de su cuidador.
Establezca una prioridad en sus tareas, es decir, realice las actividades que considere más importantes cuando se encuentre menos fatigado. Divida las actividades en tareas sencillas y programe períodos de descanso antes y durante la realización de las
mismas.
Evite movimientos innecesarios teniendo a mano lo que vaya a necesitar. No gaste su energía innecesariamente y todo aquello que pueda, realícelo sentado.
No cargue objetos, empújelos, esto le supondrá menor cansancio y le ayudará a evitar contracturas. Utilice dispositivos de ayuda y todas las adaptaciones posibles con el fin de hacer el trabajo más fácil.
Para evitar problemas musculoesqueléticos y articulares es importante que usted mantenga en todo momento el cuerpo perfectamente alineado, tanto en la cama como en el sillón.
En la cama puede resultarle útil un colchón duro o una base de madera. Si usted tiene que permanecer mucho tiempo en la cama es más recomendable utilizar un colchón especial de presión variable, que también le ayudará a prevenir úlceras en la piel (colchón antiescaras).
ALGUNOS EJERCICIOS QUE PUEDEN AYUDARLE A MEJORAR
El inicio precoz de la rehabilitación contribuye a atenuar los efectos degenerativos de la enfermedad. En este apartado le vamos a recomendar una serie de ejercicios que pueden ayudarle a mantener la fuerza, mejorar la coordinación y el equilibrio, y favorecer la deambulación. No obstante, será su médico rehabilitador y su fisioterapeuta quienes le indiquen el programa de ejercicios más acorde a sus características.
EJERCICIOS PARA MANTENER LA FUERZA
La disminución de la fuerza es la responsable de que, por ejemplo, se nos caigan las cosas de las manos o no podamos abrir el picaporte de la puerta.
Usted puede realizar en su casa algunos ejercicios para mejorar la fuerza de las manos, como colocar pinzas de la ropa alrededor de una caja o coger objetos de distinto peso.
Para fortalecer las piernas, puede sentarse con los pies juntos, levantar una pierna hasta que consiga la máxima extensión y bajarla a la posición inicial. Lo debe repetir varias veces con cada pierna y también puede realizarlo colocando algún objeto de peso en el tobillo.
EJERCICIOS PARA MANTENER LA COORDINACIÓN
La coordinación es fundamental para la realización de la mayoría de las actividades, pero sobre todo para aquellas que requieren una destreza manual.
Hay una serie de ejercicios que usted puede realizar sin necesidad de ayuda, como por ejemplo, insertar cuentas en un alambre; introducir legumbres, de una en una, con una cuchara en un recipiente; o colocar un manguito con peso en el pie y moverlo marcando las horas del reloj, manteniendo el otro pie apoyado.
Hay otros ejercicios que usted puede realizar con la ayuda de un familiar o un cuidador.
Uno de ellos consiste en que la persona que le ayude coja su muñeca con una mano y los dedos con la otra y realice movimientos de balanceo hacia dentro, orientándola hacia el cuerpo, y hacia fuera, alejándola del mismo. También rotará la mano en el sentido de las agujas del reloj y después en sentido contrario.
Otro ejercicio consiste en que el cuidador coja la muñeca del paciente con una mano y las puntas de los dedos con la otra y realice flexiones y extensiones de los dedos. Así mismo, cogerá el dedo pulgar del paciente y le ayudará a que se toque el resto de los dedos, uno a uno.
EJERCICIOS PARA MEJORAR EL EQUILIBRIO
Para mejorar su equilibrio existen una serie de ejercicios que, por su seguridad y para evitar caídas, es recomendable que los realice en el agua.
Un ejercicio consiste en que otra persona le lance un balón hacia un lado y usted lo intente coger sin llegar a mover los pies.
Otro ejercicio con balón sería lanzarlo, con ambas manos y por encima de la cabeza, a una persona que esté enfrente y que vaya cambiando de posición.
Ya fuera del agua, apoyándose con sus manos y rodillas encima de una colchoneta, desplácese a un lado manteniendo durante unos segundos esta posición y después realícelo en sentido contrario.
EJERCICIOS PARA MEJORAR LA DEAMBULACIÓN
De nuevo esta serie de ejercicios se recomienda realizarlos en el agua, ya que en este caso, aparte de dar más seguridad también es menos cansado.
Un ejercicio puede ser caminar tocando la rodilla con el talón opuesto, es decir llevar el talón de un pie a la rodilla opuesta y avanzar caminando con ese pie (el del talón) y luego repetir el ejercicio cambiando de pierna.
Otro, consiste en caminar por una línea recta colocando un pie delante del otro y separando los brazos para equilibrarse.
También puede caminar hacia atrás, para ello, levante la pierna doblando la rodilla y haga una circunferencia de dentro hacia fuera, notando la resistencia del agua en la cara externa del muslo.