El cultivar el sentido en el duelo anticipado nos puede ayudar a darnos cuenta de lo importante que es concentrarnos conscientemente en lo esencial, en las cuestiones profundas de la vida, aprovechando el momento presente con intensidad y dando un espacio para la comunicación más auténtica.
En un duelo anticipado, en el que nos damos cuenta de que el tiempo con un ser querido se está acabando, el pararnos a pensar en lo que podemos aportar más allá del dolor que experimentamos, nos puede ayudar a darnos cuenta de lo importante que es concentrarnos conscientemente en lo esencial, en las cuestiones profundas de la vida, aprovechando el momento presente con intensidad y dando un espacio para la comunicación más auténtica con la persona que va a morir, posibilitando la expresión de los sentimientos más profundos, la despedida, el perdón, la gratitud, la resolución de asuntos pendientes, etc .
A su vez, si todo ello se conecta con la necesidad de encontrar una fuente última de sentido de la vida, que también incluya a nuestra finitud y a nuestra trascendencia, supone la posibilidad de una vivencia espiritual profunda tanto para quienes viven el duelo anticipado, como para la persona que va a morir.
Se pueden plantear una serie de propuestas para ayudar a encontrar un sentido a esta experiencia:
1. Cultivar la vida interior, silencio, reflexión.
2. Buscar espacios de encuentro genuino y amor para una comunicación más auténtica.
3. Máxima atención al momento presente.
4. Reflexionar sobre el sentido de la propia vida.
5. Cultivar valores creativos, experienciales y de actitud.
6. Buscar aspectos positivos.
7. Autotrascendencia: mirar más allá de nosotros mismos.
8. Cuidado de la vida espiritual o religiosa.
9. Aceptación de que la muerte es parte de la vida, nada es permanente.
10.Tomar conciencia que la anticipación de un duelo nos puede ayudar a prepararnos.
Fuente:http://www.psicobioquimica.org/documentos/revistas/numero%206/dueloprevio1.pdf