La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa que hasta el momento no contaba con alternativas reales para lidiar con la discapacidad que genera en sus estados más avanzados. Ahora, una investigación publicada por la revista PLOS One, demuestra que existe una solución para combatir las barreras de la falta de movilidad. Los investigadores aseguran que han demostrado que es posible que los enfermos de ELA puedan manejar una tablet a través de una interfaz cerebro-ordenador (ICO).
Esta nueva tecnología consiste en la inserción de un implante del tamaño de una aspirina infantil en el interior de la corteza motora. Es decir, es un proceso donde se implanta una pieza en la zona del cerebro que es responsable de la planificación, control y la ejecución de los movimientos. Este implante contiene 96 microelectrodos que llegan a penetrar entre 1 y 1,5 mm en la corteza cerebral.
Nuestro cerebro genera señales antes de realizar cualquier acción motriz y la función del implante de ICO es identificar dichas señales cerebrales. Una vez reconocidos y grabados, el implante envía los impulsos cerebrales, a través de un cable, a un ordenador. Cuando las señales cerebrales han llegado a la computadora estas son decodificadas mediante la aplicación de algoritmos. Finalmente, traducidos ya los datos provenientes de los impulsos cerebrales, el ordenador los envía al dispositivo electrónico a utilizar. Los impulsos llegan al dispositivo vía bluetooth, permitiendo transmitir de forma inalámbrica órdenes que se traducen en movimientos del cursor de pantalla.
Los investigadores probaron la efectividad de esta innovadora tecnología en dos pacientes que presentaban debilidad o pérdida de movimiento en sus brazos debido a la enfermedad de ELA y en un tercer paciente que padecía una parálisis relacionada con una lesión de la médula espinal. Los resultados demostraron la viabilidad del ICO haciendo capaces a los participantes de realizar 22 acciones de selección y clic por minuto y escribir hasta 30 caracteres por minuto.
Existen aún mejoras por hacer dado que, para poder utilizar este tipo de tecnología, es necesario una intervención quirúrgica donde se introduce el implante en la corteza cerebral. Además, es cierto que todavía debe desarrollarse un sistema más seguro, puesto que los cables que conectan con el implante son de gran tamaño y, sobre todo, aparatosos. Esto conlleva ciertos riesgos que también se deben reducir. Por el momento, los investigadores esperan poder solventar este problema evitando el uso de cables, pero aun no se ha podido desarrollar un implante que funcione de forma inalámbrica, o utilizando un método menos invasivo a través de la implantación de sensores en la electroencefalografía.
Aunque aún requiere desarrollo, la tecnología de ICO es una técnica revolucionaria para los pacientes de ELA. Ahora las personas con ELA tendrán la posibilidad de manejar dispositivos electrónicos para reproducir música, buscar vídeos en Youtube e incluso escribir mensajes de Whatsapp. Más aún, en un futuro, esta tecnología puede llegar a ser aún más determinante mediante su aplicación en un mayor espectro de dispositivos. Con lo que ICO podría llegar hasta a ser utilizado para recuperar el control de las extremidades mediante el uso de la robótica, como, por ejemplo, conectando el implante a un brazo robótico. El futuro parece estar a la vuelta de la esquina.
Fuente: Conectando Pacientes