El Síndrome del Cuidador es un trastorno que se presenta en personas que desempeñan el rol de cuidador principal de una persona dependiente.
En una familia donde por ejemplo hay alguien con daño cerebral, no solo lo pasa mal la persona en sí, sino la persona que cuida y que no se separa las 24 horas de su lado.
Debido al daño cerebral la persona sufre una serie de consecuencias físicas, cognitivas y emocionales que alteran su funcionalidad y autonomía y conllevan una pérdida de independencia que siempre recae sobre los familiares más directos.
El síndrome del cuidador se caracteriza por el agotamiento físico y psíquico. La persona tiene que afrontar de repente una situación nueva para la que no está preparada y que consume todo su tiempo y energía.
Se considera producido por el estrés continuado, ya que no es una situación puntual, en una lucha diaria contra la enfermedad, y que puede agotar las reservas físicas y mentales del cuidador.
¿Cuál es el perfil del cuidador?
Suele ser una mujer de edad media que:
- Es el familiar directo del afectado (pareja, madre, padre, hijo, hija…)
- Es muy voluntariosa.
- Trata de compaginar el cuidado de su familiar con sus responsabilidades ordinarias.
- Cree que ésta será una situación llevadera y que no se prolongará demasiado tiempo.
- Espera ser ayuda por su entorno más cercano.
¿Qué ocurre con el cuidador?
- Conforme el tiempo va pasando el cuidador poco a poco:
- Va asumiendo una gran carga física y psíquica.
- Se responsabiliza por completo de la vida del afectado (medicación, visitas médicas, cuidados, higiene, alimentación, etc.),
- Va perdiendo paulatinamente su independencia ya que el enfermo cada vez le absorbe más
- Se desatiende a sí mismo.
Principales síntomas de alerta del Síndrome del cuidador?
Los principales síntomas de alarma que nos deben hacer sospechar la existencia del Síndrome del Cuidador son:
- Agotamiento físico y mental
- Cambios de humor repentinos
- Depresión y Ansiedad
- Conductas de consumo abusivas: tabaco, alcohol.
- Trastorno del sueño
- Alteraciones del apetito y del peso
- Aislamiento social
- Dificultades cognitivas: problemas de memoria, atención
- Problemas laborales
Fases del Síndrome del cuidador
1ª Fase: Ante la nueva situación un líder
Un solo miembro de la familia suele asumir el papel del cuidador principal, sintiéndose con la responsabilidad para sobrellevar todo lo que la nueva situación requiere.
2ª Fase: Desajuste entre las demandas y los recursos
Pronto se produce un desajuste entre las excesivas demandas que supone el cuidado de paciente con daño cerebral y los recursos personales y materiales con los que cuenta el cuidador.
3ª Fase: Reacción al sobreesfuerzo
Reactivo a ese sobreesfuerzo aparece:
- Ansiedad, nerviosismo, tristeza…
- Fatiga mental y física. Sensación de “no poder más”
- Irritabilidad: Uno acaba “perdiendo los nervios” ante cualquier situación
- Estrés y preocupación excesiva ante cualquier imprevisto.
- Agresividad: Reacciones desmesuradas
- Tensión contra los cuidadores auxiliares: “Nadie lo cuidada cómo yo. Sí no llega a ser porque estoy yo pendiente…”
- Tendencia a encerrarse en uno mismo, soledad: No tenemos tiempo ni ganas de ver a nadie; No tenemos a quién contarle lo que sentimos…«además cómo voy a quejarme yo con lo que tenemos en casa”
Y aparecen una serie de sentimientos en conflicto:
- Queremos cuidar y cuidar bien, pero a veces sentimos que la situación se escapa de nuestro control.
- Nos sentimos mal por no haber reaccionado como deberíamos.
- Sentimos que no estamos a la altura de las circunstancias.
- Nos sentimos culpables por disfrutar de las cosas, por dedicarnos tiempo o cuidarnos a nosotros mismos, o incluso por pedirlo.
Consejos generales para evitar su aparición
- La primera y la más importante es aceptar que existe un problema.
- No ser el único cuidador
- Comenta la evolución del paciente con los familiares u otros cuidadores.
- Hábitos de vida saludable: Alimentación equilibrada, deporte, evitar consumos excesivos (tabaco, etc.)
- Buscar momentos de respiro: Tiempo libre, ocio, cuidado de uno mismo.
- No perder las aficiones previas a la enfermedad.
- Evitar el aislamiento social y no perder el contacto con los amigos.
- Intentar facilitar la autonomía personal del familiar al máximo.
- Favorece4r la adaptación de entorno.
- Evitar el estrés, planificando de antemano las situaciones conflictivas
- Mantener una actitud positiva.
- Tener una buena información y formación
- Contar con los profesionales sanitarios cuando sea necesario.
Fuente: Somos Disca