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Una molécula del sistema inmunitario puede desempeñar un rol clave en la evolución de la ELA

Los investigadores y colaboradores de Mayo Clinic identificaron una proteína expresada en células inmunitarias que podría desempeñar un rol clave en el desarrollo de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), también conocida como enfermedad de Lou Gehrig.

El equipo además descubrió que un tratamiento inmunomodulatorio que bloquea la proteína era capaz de restaurar la función motriz en modelos preclínicos.

Los hallazgos del estudio, publicado en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias, indican que la proteína, conocida como integrina ?5 (pronunciado integrina alfa 5), es un posible blanco terapéutico para la ELA.

Enfermedad mortal

La ELA es una enfermedad motoneuronal que a menudo genera la muerte dentro de los tres años a partir del diagnóstico.

Aunque se han producido avances en el conocimiento de la ELA, no existe cura ni tratamiento que mejore significativamente la función motriz o prolongue la esperanza de vida de los que padecen la enfermedad. Aunque la pérdida de neuronas motoras es la característica distintiva, el sistema inmunitario también se ve afectado en la mayoría de las personas.

La enfermedad provoca la activación de las células inmunitarias, incluidas las células microgliales y los macrófagos, que tienen propiedades proinflamatorias. Las células microgliales son células inmunitarias específicas del sistema inmunitario. Los macrófagos son células “de depuración” del sistema inmunitario general que se encuentran en el sistema nervioso periférico.

El equipo de investigación descubrió que la proteína integrina ?5, que expresa las células microgliales y los macrófagos, está presente en abundancia en el sistema motriz de las personas con ELA, incluidas aquellas con una causa genética de la enfermedad.

“En nuestro estudio descubrimos que la integrina ?5 se expresa en las células inmunitarias y también en los vasos sanguíneos en las etapas activas de la enfermedad, así como en la enfermedad en fase terminal”, afirma la Dra. Shanu F. Roemer, neuropatóloga de Mayo Clinic y coautora del estudio.

El equipo también descubrió que la integrina ?5 no se expresa en el tejido cerebral de personas sin ELA u otros trastornos neurodegenerativos o inflamatorios como la enfermedad de Alzheimer, la parálisis supranuclear progresiva (un trastorno parkinsoniano) o la septicemia.

“Los hallazgos indican que la integrina ?5 desempeña un papel en la patología de la ELA”, Dra. Roemer. “Dado que la integrina ?5 es selectiva para la ELA y aumenta en el cerebro y las fibras cerebrales fuera de la médula espinal en la ELA, se abre la posibilidad de explorar la integrina ?5 como biomarcador de diagnóstico y tratamiento”, agrega.

Además de los modelos preclínicos, los investigadores examinaron tejido humano del Programa de Autopsias y Banco de Cerebros de personas con ELA de Mayo Clinic para determinar la prevalencia de la integrina ?5 en la ELA.

El Dr. Dennis W. Dickson, profesor de la cátedra Robert E. Jacoby para la investigación del alzhéimer y neurocientífico del Departamento de Neurociencia de Mayo Clinic de Florida, dirige el banco de cerebros y también es coautor del estudio.

El banco de cerebros trabaja en estrecha colaboración con el Dr. Bjorn Oskarsson, director de la clínica de ELA de Mayo Clinic, e incluye una gran colección de tejido cerebral y de la médula espinal de personas con ELA que donaron sus cerebros a Mayo Clinic para la investigación de esta enfermedad. Los investigadores utilizaron más de 100 muestras de tejido afectado por la ELA en el estudio.

Posible vía novedosa

El equipo del estudio también exploró una vía de tratamiento posible. Descubrieron que un anticuerpo monoclonal que bloquea la integrina ?5 era capaz de preservar la función motriz en modelos de ratón. Los anticuerpos monoclonales son proteínas sintetizadas del sistema inmunitario que se utilizan como tratamiento para una amplia gama de enfermedades.

“Nuestros resultados mostraron que el tratamiento con anticuerpos contra la integrina ?5 parecía proteger la función motriz, retrasar la progresión de la enfermedad y aumentar la esperanza de vida”, afirma la Dra. Roemer.

“En conjunto, los hallazgos relativos al aumento de la integrina ?5 y su respuesta a un anticuerpo monoclonal indican que la integrina ?5 puede ser un blanco terapéutico potencial para la modulación de la neuroinflamación en la ELA”, resalta.

Dado que existen varios fármacos destinados a otras integrinas para diferentes enfermedades, los investigadores indican que podría valer la pena realizar un ensayo clínico para probar la integrina ?5 como objetivo farmacológico contra la ELA.

Fuente: cienciaysalud.cl/

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