En 2016 Rosita nos visitó en nuestras oficinas en la Ciudad de México y las cosas se dieron de tal forma que hoy nos tocó regresarle la visita a su domicilio, hasta Zapopan Jalisco, siete años después.
Ella es de profesión médico ejerció por más de 20 años hasta que de pronto empezó a presentar los síntomas de la ELA.
Actualmente ella tiene el apoyo de 2 cuidadoras que trabajan para ella de tiempo completo y con la asesoría de ella es como han podido proporcionarle los cuidados y atención que requiere. Es tal la cercanía de Rosita con sus cuidadoras que logran descifrar lo que ella les quiere trasmitir con solo ver el movimiento de sus labios, también se apoyan de un sistema de comunicación alternativa.
Rosita siempre tiene una sonrisa que compartirnos y una buena actitud. Estuvo participando en las reuniones zoom con la comunidad de ELA Jalisco, previas al foro de enfermedades raras que tuvimos en el #CUCS en la Universidad de Guadalajara.
#HagamosComunidadPorLaEla